Cubre en pocos días tres de las cuatro áreas principales de cultura rumana: Valaquia, Transilvania y la Región Sajona. En ésta última quedan muy pocos alemanes, sin embargo las ciudades y los pueblos conservan su aspecto central europeo. Vuela a Bucarest para ahorrarte horas de viaje por coche y aprovechar al máximo tu tiempo.
Dado que el alojamiento en Horezu es muy específico y siempre en alta demanda, no podemos garantizar la disponibilidad del mismo, especialmente cuando la reserva se realiza con poca antelación. En tal caso, vamos a proponer la mejor alternativa disponible (o vamos a sugerir otras fechas cuando sí hay disponibilidad).
La visita a la salina de Turda se debe tomar en consideración dependiendo de la hora de tu vuelo interno de Cluj a Bucarest.
El tour incluye:
– Acompañamiento (con todos los gastos incluidos) por un guía licenciado, experimentado y erudito, fluente en castellano, a lo largo de todo el recorrido;
– Transporte privado con chófer profesional a lo largo de todo el recorrido (traslados de/hacia el aeropuerto incuidos);
– Todos los gastos del transporte;
– Los billetes y las tasas de aeropuerto para el vuelo interno entre Cluj y Bucarest;
– Entre 3 y 6 noches en hoteles de 5* y una noche en una antigua mansión señorial;
– Todos los desayunos;
– Una cena;
– Todas las entradas y los permisos fotográficos no profesionales;
– Todos los gastos relacionados tanto con las “adiciones frequentes”, como también con otras adiciones que puedas hacer al itinerario (por cuenta propia o con la ayuda de nuestro personal);
– Conexión wi-fi en el coche.
El tour no incluye:
– Billetes de avión hacia y desde Rumanía;
– Otras comidas aparte de las ya mencionadas;
– Tasas para peso adicional de equipaje (encima del ya incluido) en el vuelo interno;
– Propinas para el personal acompañante (solamente en caso de máxima satisfacción y totalmente a su discreción).
Recogida del aeropuerto de Bucarest/frontera y traslado privado con chófer profesional, a tu hotel céntrico.
Junto con tu guía, descubre las anchas plazas y avenidas de Bucarest, bordeadas por edificios de arquitectura art nouveau de siglo XIX de inspiración francesa, que durante su ápice hizo que llamaran Bucarest “El pequeño Paris”. Las luchas políticas del último siglo cambiaron mucho el panorama, dejando atrás una notable diversidad, que va de los antiguos palacios y salas de conciertos hasta barrios obreros e incluso proyectos megalómanos de las décadas del comunismo, cuya suma expresión es la mayor sede de Parlamento del mundo. El animado casco antiguo es como una hormiguera, con su mezcla de restaurantes, bares y cafés, que ofrecen una multitud de opciones para pasar la tarde.
La primera parada, después de dejar Bucarest atrás, será para visitar el palacio de Potlogi y sus jardines, edificadas en el siglo XVII por la familia de los Brancoveanu, una de las más adineradas de Europa en la época. El palacio constituye el ejemplo, por exelencia, del estilo arquitectónico patrocinado por esta familia y que llegará a ser conocido como “estilo brancovan” (Renacimiento rumano). Continuamos con la antigua capital de Valaquia, donde se encuentra otro monasterio espectacular, representado en el billete rumano de 1 leu y conectado a un poema oral muy viejo, basado en una leyenda muy conocida. El complejo arquitectónico es, también, donde están enterrados todos los miembros de la última dinastia real rumana. Por la tarde, aprenderemos sobre el papel defensivo de las residencias (llamadas “cule”) de los nobles locales. Pasamos la noche en la mejor renovada de éstas, Cula Maldar. Está también invitado a cenar.
Aprende más sobre las tradiciones y el estilo artístico ortodoxos durante la visita al monasterio de Horezu, una joya de la UNESCO. Cruzamos los Cárpatos por el espectacular valle del río Olt. Admíralo desde la terraza del Monasterio Cozia, edificado en el siglo XIV. La ciudad del día es Sibiu, el escenario para muchos eventos y festivales, especialmente después de 2007, cuando fue la capital cultural europea. Las calles de esta ciudad de apariencia alemana desembocan en las plazas centrales, bajo los “ojos” de las buhardillas.
Adéntrate en los Cárpatos y prepara tu cámara para unas de las más espectaculares vistas que puedas imaginar, desde el coche o desde el teleférico, mientras subes la carretera de Transfagarasan; la puedes encontrar en cualquier listado de las mejores carreteras del mundo. Después de admirar las vistas desde más de 2000 metros de altura, vuelve a la meseta transilvana y visita la fortaleza de Fagaras, una de las pocas en toda Europa que aún conserva lleno su foso original de agua. Regreso a Sibiu.
La iglesia de Biertan (UNESCO), lleva cinco siglos impresionando a los visitantes con sus tres líneas distintas de fortificaciones. Entra en el cuarto de la reconciliación, donde las parejas a punto de divorciarse quedaban encerradas. Si te apetece, podemos visitar a un artesano gitano. Encuentra a toda su familia y conoce las peculiaridades del estilo de vida de esta comunidad. A poca distancia se encuentra la ciudadela de Sighisoara, otro sitio de la UNESCO, un lugar tan auténticamente medieval que parece un viaje en un tiempo pasado. Aún puedes pasear por las calles adoquinadas y maravillarte frente a las torres de defensa. En una de ellas, aún pueden notarse las marcas de bala, originadas por el último asedio de la ciudad. El auténtico conde Drácula nació en Sighisoara en 1431; hoy en día, la casa acoge varios negocios. Por la tarde, llegamos a Medias. Paseamos por las callejuelas variopintas de esta antigua ciudad amurallada y admiramos la torre inclinada y muy alta (más de 70 metros) de la principal catedral de la ciudad, antes de regresar a Sibiu.
Antes de dejar Sibiu, hacemos una visita en el mercado tradicional de frutas y verduras, donde los lugareños vienen cada mañana a vender sus productos. Más tarde, descubre Alba Iulia: antigua capital de Transilvania, recientemente restaurada y circundada por una imponente fortificación Vauban (en forma de estrella). En esta ciudad, cien años atrás, los rumanos de todo el país llegaron a festejar la unión con Transilvania, en un complejo ortodoxo construido para la ocasión. Junto con la catedral católica de al lado, que data del siglo 11, y de las ruinas romanas, aún más antiguas, ofrece el fondo perfecto para las frecuentes recreaciones de batallas. Según el horario de tu vuelo, puedes visitar también una antigua mina de sal, convertida recientemente en una atracción turistica de aspecto futurista (incluye un lago subterraneo y una isla). Sigue hacia el norte, hasta Cluj, la segunda ciudad más grande de Rumanía, últimamente conocida como “La Silicon Valley de Europa”. Llega a conocer esta ciudad vibrante y cosmopólita, antes de tomar tu vuelo de regreso a Bucarest. Al llegar, te espera un chófer privado para llevarte a tu hotel céntrico.
Traslado privado con chófer profesional, hasta el aeropuerto. Fin de nuestros servicios.
